sábado, 1 de marzo de 2014

No temas - 10 febrero.

Agradecer a Dios por todo lo que hace en nuestras vidas es de las cosas que más satisfacciones le da. Pero dar gracias por las cosas que nos duelen, para El es el mejor de los agradecimientos, porque... Quiere decir que aceptamos sus caminos, sus propósitos en nuestra vida.
Aceptamos que somos imperfectos y necesitamos de Él para mejorar poco a poco nuestra actitud.
Aceptamos que muchas veces necesitamos caer, para aprender a levantarnos; necesitamos tribulaciones para comprender la importancia de recibir SU PAZ!!
No le pidas al Señor que aminore tus problemas, mejor pídele fortaleza y sabiduría para poderlos solucionar, paciencia si tardan un poco mas y humildad para aceptar si las cosas no salen como querías.
CONFÍA en lo que Dios, a través de esas situaciones no gratas, hace en TI. CONFÍA porque El solo está haciéndote más fuerte, para que puedas luchar por el bien en este mundo y defender tu Fe desde el testimonio!

El solo pretende una cosa con todo eso: Que consigas la salvación!

Por ejemplo, una persona que ha pasado su vida lejos de Dios, hasta que se ve inmersa en una circunstancia dolorosa, la cual pudo superar dándose cuenta del Padre bueno que estaba siempre ahí, el mismo que permitió que todo se solucionara a su favor.
Después de eso... Podría esa persona alejarse de Dios? Podría cegarse nuevamente a su poder y a su amor?
En mi opinión, no. Cuando tu dejas entrar a Dios, difícilmente olvidas que esta ahí.

Entonces, con esa situación la persona reconoció la presencia de Dios... Y por ende, es posible que consiga la salvación por medio de Jesús.

No por nada dicen que la vida no es color rosa... Si así fuera, muchos moriríamos sin siquiera saber de la existencia de Dios, probablemente porque nunca nos lo presentaron y nunca habría un hecho concreto donde lo necesitáramos.

Para llegar a la salvación se necesita sacrificio... Dios nos lo dio todo al principio pero por la tentación, dejamos que se nos escapara de las manos. La tentación sigue presente, pero solo los que verdaderamente luchan, consiguen tenerlo todo de nuevo.
"Y dirás aquel día: «Te doy gracias, Yavé, porque estabas enojado conmigo, pero se te pasó el enojo y me levantaste. ¡Vean cómo es él, el Dios que me salva! En él confío y no tengo más miedo, pues Yavé es mi fuerza y mi canción, él ha sido mi salvación."
(Isaías 12,1-2)





Por: Analicia Ramos
Venezuela
@aniramos16

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