martes, 11 de marzo de 2014

No temas – 11 marzo.

Muchas veces hemos visto el símbolo de un pez con la palabra “JESÚS” escrito, en todas las formas y maneras pero… Alguna vez hemos investigado que significa? A qué se debe que sea un pez?

Pues la historia de ese simbolismo comenzó con los primeros cristianos en el siglo II, donde la Iglesia tomó la palabra "Ichthys", que significa “pez” en griego, como símbolo de Cristo. Desde el siglo III en adelante, el pez fue utilizado por la Iglesia primitiva para representar a Jesucristo y manifestar su adhesión a la fe.

Aunque la historia del origen de este símbolo puede confundirse con la milagrosa multiplicación de panes y peces hecha por Jesús, su popularidad entre los cristianos se debió principalmente, al parecer, al famoso acróstico compuesto por las letras iniciales de cinco palabras griegas que forman la palabra pez (Ichthys), palabras que describen breve pero claramente el carácter de Jesucristo: Iesous Christos Theou Yios Soter, es decir: “Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador”.

Entonces, la palabra Ichthys, así como la representación de un pez, tenía para los cristianos un significado de máxima importancia. Era una breve profesión de fe en la divinidad de Cristo, el Redentor de la humanidad.

Ahora, si éste símbolo del pez representa a Jesús, y cuando Él estuvo en la tierra nos invitó a ser “pescadores de hombres”, quiere decir que también nos veía a nosotros como “peces”. Por ende, como creyentes debemos vernos así, “pequeños peces”, y el hecho de nacer del agua nos hace una alusión al bautismo, ya que el cristiano muere y nace de nuevo en el bautismo, muere la mancha del pecado original y nacemos a una nueva vida en Cristo.
Además, como los peces viven en el agua, así también los cristianos debemos vivir en las aguas de nuestro bautismo, que es la gracia del Espíritu Santo. Cuando nos apartamos de estas aguas en busca de los placeres del mundo, simplemente morimos, así como muere un pez fuera del agua.

Jesús nos deja muy claro que nos ve como peces, igual que Él y quiere que seamos pescadores de hombres como Él, por eso su invitación es clara: que busquemos siempre imitarlo, busquemos ser como ÉL, con nuestras actitudes, que nos igualemos a Él en compasión, en bondad, en perdón, en amor.

El Señor no sólo te invita a evangelizar con este pasaje, sino también a ser testimonio vivo de su amor.

“y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres». Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.”

(Lucas 5, 10-11)
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Por: Analicia Ramos
Venezuela
@aniramos16

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