sábado, 1 de marzo de 2014

No temas - 23 febrero.

Creo que todos podemos pensar en un momento de nuestra vida donde estuvimos "en oscuridad"... Por la razón que sea (pecado, desmotivación, angustia, sequía, preocupaciones, tribulaciones, etc.) todos hemos pasado por allí.

Sentimos como si estuviéramos en una noche prolongada, aunque realmente, el sol haya salido con normalidad. Haciendo esa oscuridad, cada vez más angustiante.

Pasar por esos momentos de oscuridad es válido y hasta un poco necesario, ya que ayuda a fortalecer tu fe y confianza en el Señor.

Se conoce que la oscuridad es la "ausencia de luz" y esto explicaría el por qué nos angustiamos ante ella.
Si Dios es la luz del mundo, entonces... Estamos en ausencia de Dios??
En realidad, eso es lo que nosotros queremos creer, así como voluntaria o involuntariamente decidimos estar en oscuridad.

La promesa de Dios es clara: acompañarnos y protegernos a donde quiera que vayamos... Por NINGUN motivo Dios se alejará de ti, por ende, eres tu quien se aleja de Él, eres tu quien se queda en la noche y decide no ver la luz del sol... Pero ¡No te preocupes! Aun allí, el Señor vela por ti.

Tu guardián no duerme, y siempre se mantiene alerta, protegiéndote, hasta que logres despertar y darte cuenta que no hay nada mejor que caminar en la luz, no hay mejor sentimiento que el saber que aunque sea una noche oscura, a la mañana siguiente el sol saldrá, imponente como siempre y disipará cualquier tiniebla.

En el mensaje de hoy Dios nos dice que si en algún momento nos sumergimos en esa oscuridad y decidimos "dormir" demasiado tiempo... No tengas miedo, pues El hará ese sueño agradable, y te ayudará a despertar sin preocupaciones, sin angustias, sin temor.

En mi opinión personal... Creo que nuestra Venezuela está ahorita en una de esas noches largas. El sol no ha dejado de salir, pero siento que continuamos en oscuridad, totalmente conmocionados por la situación actual.

Dios también le dice a Venezuela "No temas, que yo estoy contigo, aun en la oscuridad."

"Si te acuestas, no temblarás, y una vez acostado, tu sueño será agradable. No temerás ningún sobresalto ni a los malvados que llegan como una tormenta."

(Proverbios 3, 24-25)





Por: Analicia Ramos
Venezuela
@aniramos16

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