sábado, 27 de septiembre de 2014

No temas - 24 septiembre.

Hoy, les parecerá raro pero quisiera comenzar preguntando, desde hace cuanto no te compras zapatos nuevos?

A lo largo de nuestra vida nos compramos muchos zapatos cierto? No podemos salir a la calle si no tenemos zapatos, sería muy extraño ver a alguien en la universidad descalzo.
En un sentido metafórico, podríamos decir que no puedes avanzar en tu vida sin tener unos buenos zapatos, ¿Qué serían los zapatos en este sentido entonces?
En mi opinión serían como esa base que necesitas para empezar a andar y ese apoyo para continuar. Es más difícil querer emprender un camino descalzo, No es así? Y si el camino es pedregoso, es mucho peor.
Nuestros "zapatos" pueden ser nuestra familia, amigos, Dios... Tesoros de mucho valor sentimental para ti, personas en las que tienes mucha confianza y que sabes que puedes contar con ellas en buenas y malas.

Pero en otro sentido, los zapatos podrían ser ese "medidor de esfuerzo" O camino recorrido, que indica cuanto te estas esforzando para cumplir tus metas o por llegar a donde quieres llegar.
Por más que quieras mantener tus zapatos limpios, es algo muy difícil obviamente, por el hecho de que usamos zapatos para caminar sobre cualquier superficie, desde tierra, asfalto, cerámica, grama, etc.
Esas superficies según el grado en que "ensucien" nuestros zapatos representarán entonces los obstáculos que atravesamos día a día en nuestro caminar.

Pero, donde entra Dios en todo esto?
Muchas veces sentimos que ya no podemos avanzar más, que necesitamos zapatos nuevos para poder seguir... Y varias de esas veces tenemos que seguir andando con los mismos zapatos que tenemos, sucios, porque no se presenta la oportunidad de cambiarlos.
Esa oportunidad esta íntimamente relacionada con La Voluntad de Dios. Cuando decides caminar de la mano de Dios estas dejando que sea Él quien te guíe en todo momento, y Él puede hacerte pasar por muchos tipos de superficies, unas más limpias o fáciles que otras, pero todo lo que hace tiene un fin, un propósito que te enseñará una lección de vida.
Considero que son esas lecciones de vida las que poco a poco te darán nuevos zapatos O harán que Dios te de nuevos zapatos, pues habrás aprendido mientras caminabas y en próximas ocasiones sabrás que hacer para no tropezar de nuevo.

En tu vida te encontrarás personas con zapatos muy sucios y desgastados, porque han caminado mucho pero por caminos tortuosos, personas que no se han dejado guiar por nadie y eso les ha hecho tropezar muchas veces... Esas personas necesitan nuevos zapatos, sí, pero necesitan especialmente el "primer tipo de zapatos", es decir un apoyo, alguien en quien confiar y contar. Alguien que pueda guiarlos por el camino que Dios le está indicando que ande, Y más aún alguien que esté dispuesto a llevarlos hasta Dios para que sea Él quien les regale un "segundo tipo de zapato" con el cual seguir andando.

También te puedes encontrar con personas con zapatos muy limpios, porque simplemente no se han movido hacia ninguna parte, personas que aún no tienen un norte, una meta, algo que quieran alcanzar... Esas personas necesitan alguien que los lleve hasta Dios y les diga "No tengas miedo, ve con Él y serás feliz".

Por último están las personas que no tienen miedo de ensuciarse los zapatos, que saben lo que quieren y trabajan para lograrlo. Que no les importa tropezar, pues están conscientes de que al tropezar estas aprendiendo... Esas son las personas que Dios premia día a día, con zapatos que los ayudan a continuar y zapatos que les permiten atravesar cualquier obstáculo.

Por más que queramos siempre tener zapatos limpios o zapatos nuevos, no siempre es eso lo que quiere Dios para nosotros, pero lo único que queda es confiar en su Perfecta Voluntad Y seguir tomados de su mano, pues al final es con Él que lograremos aprender, es con Él que nuestro camino se hace más llevadero, es con Él que caminaremos sin temor a ensuciar nuestros zapatos y seguir adelante.

Y ahora, ¿Desde cuando no tienes nuevos zapatos?

"¿Puedes tú escrutar las profundidades de Dios o vislumbrar la perfección del Todopoderoso? Ella es más alta que el cielo: ¿qué puedes hacer tú? Es mas honda que el Abismo: ¿qué puedes entender? Por su extensión, es más larga que la tierra y más ancha que el mar. Si Dios pasa y aprisiona, y si convoca a juicio, ¿quién se lo impedirá? El conoce a los hombres falsos, ve la maldad ¿y no la sabrá discernir? Pero un necio asentará cabeza cuando se domestique un asno salvaje de la estepa. En cuanto a ti, si enderezas tu corazón y extiendes tus manos hacia Dios, si alejas la maldad que hay en tus manos y no dejas que la injusticia habite en tu carpa, (...) La vida se alzará más radiante que el mediodía, la oscuridad será como una alborada. Estarás seguro, porque habrá una esperanza; observarás a tu alrededor, y te acostarás tranquilo (sin temor)."
(Job 11, 7-14.17-18)



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