miércoles, 24 de septiembre de 2014

No temas - 23 septiembre.

Bueno hoy pido disculpas por la tardanza y por no traer la reflexión que acostumbro hacer.

Hoy no seré yo la que reflexione sino ustedes, porque, así como yo, ustedes tienen la misma capacidad para hacerlo.

No espero largas reflexiones o palabras rebuscadas, así sea una frase o una palabra que la cita te lleve a meditar, es más que suficiente para mi.
Tampoco tengo que obligatoriamente leer su reflexión, es decir que la publiquen Aquí o me la envíen, no soy una profesora que los va a evaluar, lo único que les pido es que de verdad mediten la cita, no estoy pidiendo una lectivo divina, simplemente que lean la cita y traten de comprender qué quiere decirles Dios con ella.


Las mejores reflexiones no son las que leemos, hechas con una visión general de algo, sino las que hacemos desde nuestra propia experiencia de vida y testimonio, con una visión propia, una necesidad tuya, una comunión con Dios individual.


Sé que sus reflexiones serán mucho mejores que las mías♡

"Apenas oyó esas palabras, el rey Ezequías rasgó su ropa, se cubrió con un saco y se dirigió a la casa de Yavé. Le dijeron: «Esto dice Ezequías: Este día es de desgracia, de castigo y de vergüenza. Los niños están a punto de nacer, pero falta fuerza para darlos a luz. ¡Que Yavé tu Dios oiga todas las palabras del copero mayor al que mandó el rey de Asur, su señor, para insultar al Dios vivo! ¡Que Yavé tu Dios castigue las palabras que ha oído! y tú eleva una oración por el resto que aún queda». Los servidores del rey Ezequías llegaron donde Isaías. 
Isaías les dijo: «Transmitan a su señor esta palabra de Yavé: No tengas miedo de las palabras que oíste, de esas blasfemias que pronunciaron en mi contra los sirvientes del rey de Asur."

(2 Reyes 19, 1.3-6)

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