viernes, 12 de septiembre de 2014

No temas - 12 septiembre.

Cuantas veces a lo largo de nuestra vida hemos subestimado el poder de Dios? Cuantas veces hemos sido incrédulos pensando que El no se da cuenta o no aprecia las cosas que hacemos por EL? O más aún, que el no se da cuenta de nuestro dolor o sufrimiento?

En su Palabra nos dice que hasta nuestros cabellos están contados, que lo conoce todo de nosotros, acaso tampoco creemos eso?
En esa misma cita nos dice que nosotros valemos mucho para Él, y por eso nos nos dejará solos nunca, eso tampoco lo creemos? Porque si ese es el caso, entonces tampoco creemos en su amor.

Aún te quedan dudas de que Dios te ama?

El pensamiento egoísta del ser humano nos lleva a reflexionar en que "si me ama, por qué me pasan cosas malas? Por que No mantiene mi vida lejos de preocupaciones?"
Entiendo ese pensamiento porque cuando amas a alguien lo menos que quieres es que sufra, cierto? Pero ahora quiero que pienses en el momento en que conociste verdaderamente a Dios, que estaba pasando en tu vida en ese momento? Estabas lejos de preocupaciones? O más a mi favor, si hubieras estado libre de preocupaciones, te habrías dado la oportunidad de conocerlo?

Yo recuerdo haber conocido cosas de Dios, haber ido a la Iglesia, obtenido sacramentos y entender la grandeza de Dios, pero para ese entonces yo creía que Él hacia todo solito y no me necesitaba para llevar a cabo su Voluntad o su Plan de amor... Lo conocía realmente? Dios estaba en mi vida, en mi familia, yo hablaba con Él, pero siento que lo veía siempre como Dios, algo que estaba lejos, no lo veía como mi papá, o mi hermano, o mi amigo. Aunque conocía de Él, no lo conocía a Él.

También recuerdo el día que sentí que verdaderamente lo conocí, y no estaba precisamente libre de preocupaciones, estaba lejos de casa, de mis papás y hermanas, estaba comenzando una nueva etapa de mi vida, y qué encontré en Él? Compañía, encontré a ese papá que estaba conmigo todos los días, encontré a ese hermano con quien compartir mis días, encontré ese amigo en el que podia confiar. El me ofreció justo lo que necesitaba en ese momento y a partir de ahí, a partir de que me di la oportunidad de conocerlo, me inundó con su amor, su protección, su apoyo, su perdon. Todo lo que Él en su Palabra nos ofrece, pero que para poder aceptar tenía que haberlo conocido primero.
La intención de Dios no es que vivamos en sufrimiento, por el contrario quiere que vivamos en paz, en SU paz. Pero Dios a pesar de su grandeza, esta lleno de humildad, y para darse a conocer a cada uno de nosotros prefiere hacerlo desde lo sencillo, desde lo pequeño, y no precisamente apareciendo en nuestro cuarto un día y diciéndonos "Soy Dios y quiero que creas en mi"... Él no es así, Él prefiere entrar a tu vida en momentos difíciles, ofreciendo justo lo que buscas... Aún no te has dado cuenta que Él es la solución a todo sufrimiento? Él busca que tu seas capaz de entregarle ese dolor y que te permitas vivir en su paz, no entristeciendote o preocupandote demasiado, sino confiando en que Él puede ayudarte y lo hará en el momento justo.

El sabe cuando eres capaz de confiar en Él y por eso, cada uno de nosotros lo conoce en un tiempo distinto. Es por ello que después de conocerlo es que sentí la necesidad de hacer cosas por Él, de ayudarlo, porque a partir de allí ya no me sentía lejos de Él, me sentía parte de Él y de su Reino, de su misión de amor.

Es lo mismo que te lo pide a ti después de que lo conoces, en realidad casi nunca lo pide, sino que nosotros, viendo todo lo que ha hecho en nuestras vidas, buscamos una manera de retribuir ese hecho, ese amor... Queremos demostrar el amor que sentimos por Él más allá de las palabras, por eso existe el servicio, para que nosotros tan pequeños e insignificantes a su lado podamos decirle ese tan esperado para Él: "Gracias Papá, yo también te amo"

"El ángel de Yavé se le apareció y le dijo: «¡Yavé está contigo, valiente guerrero!». Gedeón respondió: «Perdona, señor, pero si Yavé está con nosotros, ¿por qué nos pasa todo esto? ¿Dónde están todos esos prodigios que nos contaron nuestros padres, cuando nos decían: Yavé nos hizo subir de Egipto? Lo que es ahora, Yavé nos ha dejado caer y nos ha entregado en las manos de Madián». Entonces Yavé se volvió hacia él y le dijo: «¡Anda! Tú eres capaz de librar a Israel de la mano de Madián: yo soy quien te envía!»"

(Jueces 6, 12-14)




No hay comentarios.:

Publicar un comentario