viernes, 19 de septiembre de 2014

No temas - 17 septiembre.

Hoy quisiera preguntarte algunas cositas, ¿Consideras que tienes FE?
¿Piensas que estas pequeñas y humildes reflexiones aumentan aunque sea un poco tu FE?
¿Has pensado en ello?
Ayer leí un tweet que me llevo a pensar justamente en eso, el tweet decía "El miedo es lo contrario a la fe". He allí la razón de que al hablar de "No temer" estemos aumentando nuestra FE.
Pero increíblemente, aún sabiendo eso, aún creyendo que tenenos FE, el temor es algo persistente en nuestras vidas. Te has preguntado alguna vez ¿Por qué?

La fe es un regalo y es también una decisión, cada quien decide tener fe o no, cada quien decide creer o no, confiar o no... Pero aunque tomemos la decisión de creer y confiar, nuestra Fe no alcanzará un límite, es decir, nunca tendremos toda la fe que podemos conseguir, porque es algo que va creciendo a medida que vamos experimentando instantes con Dios, a medida que Él nos va aleccionando, a medida que nosotros vayamos superando obstáculos con su ayuda.

El día que tu consideres que tienes la totalidad de la Fe, ese día debes ser capaz de decir que no tienes miedo en absoluto, a nada, no sientes temor, a nada... Y ese día, lamentablemente, como seres humanos pensamos que es difícil que llegue, no imposible, aunque muchos asi lo crean.
Para llegar a ese día hay que trabajar y orar mucho, debes mantener una íntima comunión con Dios. Que todo a tu alrededor te recuerde sus promesas, su gracia, la seguridad que sientes al estar junto a Él.

Te parece algo imposible? Es imposible recordar como te sientes amado o cuidado por Dios? Es imposible recordar sus promesas? es imposible mantenerse en gracia?
Por supuesto que no, difícil si es Pero, alguien te dijo que el camino de Dios era fácil? Si alguien lo hizo pues te mintió. Estar en el camino de Dios es difícil pero no por Dios mismo, sino porque hay un ser maligno que día a día trata de apartarnos de Él. El detalle está en que Dios siempre intenta ayudarnos a luchar contra el demonio, una y otra vez, pero somos nosotros mismos los que a veces no aceptamos esa ayuda, o nos dejamos engañar por el demonio y caemos en sus trampas.

La FE es un arma poderosa que Dios nos ha enviado justamente para luchar contra el demonio y la tentación, luchar contra las tribulaciones y todo lo que quiera apartarnos de Dios y su amor. La fe es esa confianza absoluta en que Él no te dejará caer, y si lo hace es porque tiene una lección para ti. Es esa fuerza que nos lleva a pensar que no hay imposibles si estamos junto a Él y que los milagros existen, si nos damos la oportunidad de verlos, de sentirlos, de vivirlos.

Nosotros mismos somos un milagro de vida, pues el hecho de que tengamos un cuerpo con el cual movilizarnos, un corazón que sin ayuda de la electricidad nos mantiene con vida, unos ojos que nos permiten ver nuestro entorno, es parte de la creación perfecta de Dios, del milagro de amor que ha hecho por la humanidad.

Con todo esto no quiero decir que si llegamos a sentir temor o miedo, es porque irremediablemente no tenemos fe, no... Quiero que me entiendan aquí, es cierto que el miedo Y la fe son cosas totalmente opuestas, pero no necesariamente por sentir una, la otra debe estar fuera de nosotros... Es como que si tu "nivel de Fe" aumenta, tu "nivel de miedo" disminuye. El hecho de que sintamos temor hace que la Fe actúe, para recordarte que Dios está contigo y no debes temer. Así comí también, el hecho de que aumentemos nuestra Fe hace que ese ser maligno quiera hacerla disminuir y es por ello que nos induce situaciones en las que el temor salga a flote.

Dios nos dejó todas estas citas referentes a no sentir temor justamente para que creamos y confiemos en Él, un poco más todos los días de nuestra vida. Agradezcamos a ese Dios que se preocupó por nosotros Y que nos brinda seguridad y apoyo, ¿cómo? Dejando que ese nivel de temor disminuya hasta el punto de extinguirse, dándole paso a ese torrente poderoso llamado Fe.

"Cuando me asalta el temor, yo pongo mi confianza en ti, Dios Altísimo; confío en Dios y alabo su Palabra, confío en él y ya no temo: ¿qué puede hacerme un simple mortal?"
(Salmo 56, 4-5)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario