No temas – 9 abril.

Como ‘hijos de Dios’ estamos llamados a servirle, a alabarle y darle Gloria no solo con nuestras palabras sino también con nuestras acciones, pero es normal que como ‘humanos’ sintamos temor ante ello, por no saber quizás como hacerlo o pensar que no estamos en la capacidad de hacerlo.

Ante todos esos prejuicios del hombre Dios tiene una promesa… Él no defrauda a quienes le sirven con amor, porque sabe el esfuerzo que cada uno de nosotros pone en ello, sabe que lo hacemos para agradarle, sabe que dejamos a un lado nuestra humanidad para que su Grandeza se abra paso en nuestro espíritu.

Si bien es cierto que Dios dice en su Palabra que si has decidido seguirle, prepárate para la prueba, también te dice que si has decidió SERVIRLE no debes tener miedo, pues Él envía su Espíritu Santo para que hable, piense y actúe por nosotros.

Muchos podrán pensar que cuando hablo de “servir” a Dios me refiero a estar metidos en la Iglesia perennemente pero no es así, porque cuando dices la verdad en lugar de mentir en alguna situación, estas sirviendo a Dios. Cuando eres tolerante, bondadoso y/o solidario con tu amigo, vecino, con tu prójimo, estás sirviendo a Dios. Cuando decides practicar la caridad con el necesitado, estás sirviendo a Dios.

Quita esas “reglas” de tu mente que te dicen que servir a Dios se escapa de tus posibilidades. Que no puedes servirle y vivir al mismo tiempo porque hasta teniendo una vida feliz… Estas sirviendo a Dios.

“Holofernes le dijo: «Ten confianza, mujer; no tengas miedo, porque jamás he hecho mal a nadie que se haya decidido a servir a Nabucodonosor, rey de toda la tierra.”

(Judit 11,1)