miércoles, 2 de abril de 2014

No temas – 1 abril.

Como seres humanos es común el sentir temor por diversas situaciones, preocupaciones, dificultades. Es común que nos ahoguen eventualmente, cuando no estamos sujetos verdaderamente a una roca firme, o cuando pensamos que esa roca firme no deja que nosotros la sostengamos, o estamos muy lejos de ella.

Mi punto es que aun no nos damos cuenta de que para Dios somos lo más preciado, somos un tesoro. De TODA la Creación, Él pudo haber elegido lo que quisiera para ayudarle a construir su Reino aquí en la tierra, pudo haber elegido sólo a los animales para garantizarles su protección y compañía durante toda la vida, por ejemplo. Incluso después del pecado de Adán y Eva pudo haber decidido que fue mala idea crear al Hombre… Pero no lo hizo, porque NOS ELIGIÓ!

Te eligió a ti y a mí para acompañarnos y cuidarnos, aunque muchos de nosotros no le abramos las puertas de nuestra vida y corazón. Nos eligió dentro de toda su perfecta Creación para ayudarle y que seamos su reflejo en el mundo. Nos eligió para CUIDAR a esa Creación: nuestro planeta, los animales, plantas y a nosotros mismos.

Y que pasa cuando tú has elegido a alguien?
Cuando eliges a un amigo(a) o novio(a), no tratas de hacer lo que sea para que esa persona esté bien? No te preocupas por él/ella? No tratas de que siempre esté feliz?

Pues es así como Dios se siente con nosotros. Él nos ha elegido y somos su mayor tesoro, a pesar de todo. Es por ello que siempre busca las maneras de hacernos feliz, de hacernos mejores personas, de que cambiemos para bien.
Él nos ha elegido y por ello somos su mayor preocupación. Cuando estamos tristes, Él también lo está y cuando estamos felices, festeja con nosotros.

Cuando pasemos por esas circunstancias en donde pensamos que no tenemos una roca firme para evitar que nos ahoguemos, o que esté muy lejos, o que no quiera que la sostengamos… Piensa en la elección de Dios.
Piensa que a pesar de que no lo merecemos, para Él somos todo, somos valiosos, somos su bien mas preciado.
Piensa que ÉL siempre esperó a que te dieras cuenta de su amor, y que ahora que lo conoces no quiere que te apartes de Él, o que pienses que no lo mereces, porque aunque es así, igual quiere dártelo.

Dios día a día nos elige, y derrama sus bendiciones en nuestra vida. Bendiciones tan pequeñas que muchas veces pasan desapercibidas, pero siempre están allí. Él solo espera a que te des cuenta y le agradezcas de todo corazón.
“Pero ahora, escucha, Jacob, siervo mío, hijos de Israel, a quienes yo elegí: Así habla Yavé, el que te hizo, tu socorro, el que te formó desde el seno materno: No teman, hijos de Jacob, mi servidor, Israel a quien yo elegí. Derramaré agua sobre el suelo sediento y los riachuelos correrán en la tierra seca. Derramaré mi espíritu sobre tu raza y mi bendición cubrirá tus descendientes.”
(Isaías 44,1-3)
 
 
 


 Analicia Ramos
Venezuela
@aniramos16 

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